dimecres, 1 de juliol del 2009

Tenía que pasar



La foto habla por sí sola. El ultramoderno bañador Jacked, tan apretado que parece una segunda piel, no sólo rompe récords. En el caso de la nadadora italiana Flavia Zoccari, rompió algo más. Le ocurrió en los juegos del Mediterráneo que se disputan en Pescara (Italia), y el estropicio provocó su retirada (el ‘siete’ se lo hizo antes de tomar la salida).

Supongo que se preguntarán por qué no cambió de bañador. La razón es sencilla. El tal Jacked será una oda a la velocidad cuando está en remojo, pero a la hora de calzárselo es más lento que un desfile de orugas. La propia Flavia Zoccari lo explicaba así: “Habría necesitado media hora para cambiarme el bañador. No había tiempo. Estoy muy decepcionada”.

¿Quién sabe? Quizá si hubiera intentado nadar con esa regata en el traje de baño se hubiera llevado una sorpresa, y quizá la aerodinámica hubiera dado un paso más. Nunca lo sabremos.



2 comentaris:

  1. Hay que vigilar lo de comer fabada o cocido cuando uno usa este tipo de bañador...

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  2. Un producte car i costós, de molt poca vida i de molta inversió de temps per posar-se'l i treure-se'l. Conec gent que l'utilitza i es queixen amargament, perquè els entrenaments duren una hora més, mínim.

    No sóc amic del dòping-tèxtil a aquests nivells.

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