Estoy viendo en Intereconomía el debate de Punto Pelota, el programa que presenta Josep Pedrerol. Como no podía ser de otro modo, hoy toca monográfico de Cristiano Ronaldo. El madridismo está ilusionado. Después de una temporada donde el eterno rival ha hecho historia con la triple corona, el nuevo Mesías Florentino Pérez les ha traído de una tacada al vigente Balón de Oro y a otro que también lo fue, Kaká. Se trata, sin duda, de dos de los mejores jugadores del mundo. El precio de sus traspasos así lo atestigua. Y su calidad, sobradamente demostrada en Manchester y Milán, les avala. No me voy a meter en si son muy caros o muy baratos por los ingresos que, supuestamente, van a reportarle al club mediante publicidad y ‘merchandising’. Son, indiscutiblemente, dos megacracks, pero habrá que ver si el Real Madrid es capaz de formar un EQUIPO con todas las grandes individualidades que fiche.
En el debate, sin embargo, se señala, casi con intención de hurgar en no sé qué herida, que mientras el Real Madrid arma un equipo de ensueño, el Barça no tiene recambio para Eto’o y no consigue renovar a Valdés. Por si alguien no se ha enterado, la Liga acabó la semana pasada. ¿Existe alguna regla que yo desconozco y que dice que todos los equipos tienen que tener cerradas sus plantillas antes de que finalice el mes de junio? ¿Qué tiene que hacer el Barça, fichar al ritmo del Madrid, pagando cantidades espectaculares, despilfarrando un dinero que no tiene para cerrar la plantilla en dos semanas?
Las cosas se pueden hacer de muchas maneras y, aunque algunos no quieran ver más allá, con un estilo diferente al del idolatrado Florentino. El Barça irá a su ritmo, paciente, pero sin dormirse en los laureles. La base del equipo ya la tiene. Le faltan los retoques. Quizás no presente jugadores en junio, pero sí lo hará en julio. Quizás Valdés no renueve en la primera semana de negociaciones, pero renovará en la segunda, o en la tercera… O en la que sea. O no renovará. Y no se acabará el mundo. Debe ser que la tri-tranqulidad del triplete no obliga a dar nombres con celeridad para saciar la sed de ilusión y desviar la atención después de una temporada que en según qué sitios ha provocado tanta bilis como ganas de mirar a otro lado.
Y lo que me faltaba por oir: cualquier jugador del mundo querría ir hoy al Real Madrid, pero al Barça parece que no quiere ir nadie (Pedrerol dixit). ¿Nadie quiere jugar en el campeón de Europa? Que baje Dios y lo vea. Perdón, que Dios preside ahora el Real Madrid (o eso dicen algunos).
En el debate, sin embargo, se señala, casi con intención de hurgar en no sé qué herida, que mientras el Real Madrid arma un equipo de ensueño, el Barça no tiene recambio para Eto’o y no consigue renovar a Valdés. Por si alguien no se ha enterado, la Liga acabó la semana pasada. ¿Existe alguna regla que yo desconozco y que dice que todos los equipos tienen que tener cerradas sus plantillas antes de que finalice el mes de junio? ¿Qué tiene que hacer el Barça, fichar al ritmo del Madrid, pagando cantidades espectaculares, despilfarrando un dinero que no tiene para cerrar la plantilla en dos semanas?
Las cosas se pueden hacer de muchas maneras y, aunque algunos no quieran ver más allá, con un estilo diferente al del idolatrado Florentino. El Barça irá a su ritmo, paciente, pero sin dormirse en los laureles. La base del equipo ya la tiene. Le faltan los retoques. Quizás no presente jugadores en junio, pero sí lo hará en julio. Quizás Valdés no renueve en la primera semana de negociaciones, pero renovará en la segunda, o en la tercera… O en la que sea. O no renovará. Y no se acabará el mundo. Debe ser que la tri-tranqulidad del triplete no obliga a dar nombres con celeridad para saciar la sed de ilusión y desviar la atención después de una temporada que en según qué sitios ha provocado tanta bilis como ganas de mirar a otro lado.
Y lo que me faltaba por oir: cualquier jugador del mundo querría ir hoy al Real Madrid, pero al Barça parece que no quiere ir nadie (Pedrerol dixit). ¿Nadie quiere jugar en el campeón de Europa? Que baje Dios y lo vea. Perdón, que Dios preside ahora el Real Madrid (o eso dicen algunos).
Florentino Pérez no deja de ser un asalariado de la familia March, no mueve un dedo sin que le digan cómo y cuándo ha de moverlo y especialmente hacia dónde debe de apuntarlo, Florentino ya pegó el pelotazo de la recalificación de la ciudad deportíva y ahora viene con los mismos mimbres a hacer otro cesto de dinero, habrá que estar al loro, al tiempo.
ResponEliminaEl problema (o la virtud) de todo lo faraónico es que cada pequeño o gran desastre generará un cachondeo también de récord. Es un "proyecto"(?) que nace de la ansiedad y con prisas.
ResponEliminaPor cierto, toda esta movida, ¿podría explicar, en parte, el acongojante final feliz de la guerra del fútbol televisivo? Me no entender.
A mi, que vengan jugadores como Cristiano Ronaldo o Kaká a la Liga, aunque sea para jugar en el Real Madrid, me gusta. Elevan indiscutiblemente el nivel del campeonato.
ResponEliminaLo que me da grima, sin embargo, es la afición que tienen algunos por hacer comparaciones que no vienen al caso. Ahora, por dos fichajes que son excepcionales pero que no hacen EQUIPO ni ganan títulos por sí solos, parece que el Barça del triplete es una medianía y el Real Madrid 2009-10, sin haber demostrado nada todavía sobre un terreno de juego, es la repanocha.
Ya lo dije en otro post. Todavía no se han levantado de la lona y ya están sacando pecho y ninguneando al eterno rival. La temporada pasada, con la épica, las remontadas, los cagómetros y otras gaitas se quedaron en blanco y con un 2-6 de regalo. El movimiento se demuestra andando. El resto son sólo palabras.